DÍA 1
Ayer
empezó el que tiene que ser un viaje que marque un punto de inflexión en mi
vida. ¿El destino? Thailandia, Koh Samui. El porque de la transcendencia de
este viaje reside en su particularidad y objetivos. Viajo sólo, sin amigos ni
acompañantes, esto creo que me llevará a un anhelado silencio interior que
espero transcienda en un primera fase de despertar interno. Pero, lo que
realmente pondrá a prueba mi voluntad para el cambio es que durante un semana
larga residiré en un sitio dónde se lleva a cabo un programa que consiste en
una limpieza física a partir de un ayuno de siete días, sí siete días que no
podré comer nada, beber alcohol o fumar.
Después
de unos intensos meses de cenas “Chinas”, cargadas de comida, alcohol y tabaco,
esta empresa va a resultar como mínimo ardua y difícil. El premio, un limpieza
total.
Aún
no sé bien los detalles del programa, preferí ignorarlo para evitar rendiciones
precipitadas. Ahora ya estoy aquí, por lo que estoy obligado a llevarlo a cabo.
Cómo
avanzaba, llegaba a Koh Samui ayer por la tarde. Un tímido tailandés me recogió
en el aeropuerto de la isla y acompañado de canciones de Lady Gaga y otros hits,
me llevó hasta los bungalós dónde tendré que pasar estos nueve días. Antes de
poder colocar la ropa, conocí a la mujer que lleva el programa, una mujer
mayor, morena, arrugada y más bien de aspecto triste. Me dio una simple
bienvenida y poco más, volviendo para mi bungalow, encontraría el segundo pero
no último personaje del grupo, Ben, un australiano que cómo yo venía a
disfrutar de esta particular “tortura”, después de hablar unos pocos minutos
quedamos en hacer la última cena juntos en el pueblo. Este vez sí pude llegar
al apartamento a arreglar mis cosas.
Un
vez dispuse mis personales, creí que lo mejor que podía hacer era coger las
gafas y nadar un poco en el mar que no está a más de 20 metros del apartamento.
Fue una sorpresa ver que tenía que andar por el agua unos cien metros para
conseguir la profundidad necesaria para poder remar, mientras andaba vi al
fondo a Hillary, Ben y al tercer personaje del día al que aún no he podido
coger su nombre. Otro hombre relativamente mayor que ha estado diez años
trabajando y viviendo aquí con Hillary. Hablamos un rato hasta que me disculpe
y me fui a hacer lo prometido.
Después
de una ducha me dispuse a salir con Ben a cenar, antes tuve que alquilar una
moto, sin frenos delanteros y más bien de dudosa seguridad. Llegamos al pueblo
a las siete de la tarde, a un especie mercado de pinchos, pad thais, frutas,
algo de pescado y cerveza fresca!!! Sí, pedí medio litro de cerveza, un pincho
de salsicha, un pad thai y una hierbas de pescado que no me veo capaz de
describir. Durante esta informal cena descubrí algunos datos más de este Ben,
tenía 40 años, aunque aparentase treinta y pocos, había estado casado y tenía
tres hijos! Era profesor de colegio, pero lo dejó por ser muy estresante, hacía
un año y medio, y se fue a vivir en un monasterio budista, dónde trabajaba como
responsable del mantenimiento. Trabajaba unas 7 horas diarias y después
practicaba su pasión, el surf. Sí, un profesor retirado, metido a monje y
surfista, con las uñas pintadas de negro. El viaje prometía. Después de una
segunda cerveza de medio litro, decidimos volver para prepararnos para el día
siguiente dónde empezaría nuestras empresa.
DÍA 2
Bueno,
primer día superado. Ahora ya tengo un idea más formada de cómo funciona el
tema. Se trata de un ayuno pero acompañado de una limpieza de colón que
consiste en insertar más de un litro de agua con café por la mañana y de té por la noche, no vaya a ser que no
durmamos, por la puerta trasera… sí, exacto, esa misma. Una vez tenemos los
intestinos inundados de café o té y agua, se trata de aguantar el máximo
posible con el líquido dentro, y no sólo aguantar sino hacer una serie de
ejercicios para desprender de los intestinos el máximos de tóxicos
posibles. Pues sí, amigos, es divertido
proceso se deberá realizar dos veces al día durante siete días. Personalmente
ya lo he hecho dos veces… me abstendré de entrar en el detalle, pero no es muy
agradable. Visto esto, el resto del programa consiste en ingerir un especie de
barro que parece succionar los venenos internos, unas hierbas, que limpian y te
mantienen saciado, cosa que no puedo afirmar, porque ayer me miraba el gato que
pasa siempre por mi apartamento con culinarias intenciones; también bebemos
unos minerales y finalmente como alimento tenemos: dos cocos al día, sólo el
jugo claro y una sopa por la noche sin un solo tropezón. Este es el menú, luego
cada día hay actividades cómo yoga, meditación, masajes… y cursos de nutrición,
composición de fármacos y cosas por el estilo.
Ayer
fue un día intenso, no sólo por la mucha información proporcionada sino por las
nuevas experiencias vividas, la limpieza de colón es toda una experiencia. Pero
antes, introduciré a mis compañeros de torturas: tenemos a Rustling, una
tailandesa de grandes proporciones, tímida y callada, con cara de bondad,
profesora de profesión, tiene 24 años si mal no recuerdo; esta Claudia, la
fiesta del grupo, en sus 50 ha dejado el trabajo, el marido y se ha ido al
Himalaya por la parte India a meditar y empezar una nueva vida, originaria de
Guatemala por nacionalizada americana, es dicharachera y como ella misma dijo,
le encanta hablar, un amor; tenemos a Osa,
a quién la rima perfectamente el adjetivo Sosa, lleva 2 años viajando,
parece no haber trabajado en la vida, habla demasiado bajo, tiene un cara que
de ponerte un balada y mirarla fijamente lloras fijo, por la que yo la llamo la
hippie triste, lo siento pero de momento es así; luego está Michael, de Nueva
Zelanda, un hombre de 65 años, que aún trabaja como especialista de sonido en
la televisión y tiene un estudio de grabación, en su época fue con los Rolling
Stones de gira como percusionista, es un hombre ancho, simpático y tranquilo;
no nos olvidemos de Pete, del Nepal nacionalizado Thailandés, un armario
ropero, entrenador personal y un nervio en todos los sentidos, simpatiquísimo,
cada día me dice un frase, que dice ser español que cada vez entiendo menos,
pero como él se ríe, yo más; tenemos a Kate, un mujer de 50 años recién
cumplidos, insegura, más bien triste pero con una gran bondad interior, no sé
ni de dónde es ni a que se dedica, aún; finalmente, aparte de Ben, del que ya
hablamos tenemos a Neil, creo que es gay, pero no le voy a preguntar, es con
quién más hablo ya que es un irlandés afincado en London, director de escuela,
súper cachondo y hemos conectado muy bien, gordito, ojos claros y mirada de
travieso. Este es el grupo y con ellos comparto semejante proeza, porque
estarse 7 días sin comer, defecando como un loco y luego otros 10 días hasta
que puedes comer con normalidad, el primer día se ve que puedo comer un pieza
de fruta, el segundo dos… buah una locura, pues eso, con ellos compartiré estos
días.
Ayer
pues fue un día muy cargado en todos los sentidos, pero instructivo y
diferente. Por la noche, cuando comíamos las sopa, se fue la luz durante una
hora, y no se veía nada de nada, decidimos ir a la playa i el cielo estaba
espectacular, fue un momento impagable. Estoy impaciente para ver que nos
depara el día de hoy. Es cierto que hoy me he levantado con una energía
especial, pero de momento nada lo suficientemente notorio que compense la
dureza del proyecto, cierto es que no esperaba reacciones tan tempranas,
seguiré paciente el transcurso de las cosas.
Estàs boig!!! espero que valgui la pena aquesta penitencia, ves-nos informant sobretot de com estàs i tb de la colla pessigolla. un peto molt fort des de Calabria.
ResponderEliminarYour sister!
Animo !!! Espero leer cada dia la descripcion de tus horas en ese lugar tan original. Besos Alicia
ResponderEliminarMis dos fans número uno :P
ResponderEliminarHi soulpartner,
ResponderEliminarJo vull ser el tercer. Hem fas riure, m'intrigues, tinc curiositat per la seguent historia, hem fas pensar, recapacitar, imaginar l'historia....no és aquesta la misió d'un bon escriptor??? Arnau C
Jaja... Arnau ets un sol... doncs res, ja en tinc tres!!! Continuaré intentant fer riure que és lo important...
ResponderEliminarCompany!!! M'acabo de suscriure a aquesta novela per entregues. Amb ganes de seguir llegint.... NO em voldria trobar a Osa la hippie sossa, en un ascensor... Jajajajaja. Aleix CC.
ResponderEliminarAlexander... gràcies, segur que no te la voldries trobar. Una abraçada.
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