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jueves, 2 de junio de 2011

¿Indignados?

Durante días he intentado analizar este nuevo movimiento de los “Indignados”, para configurarme una opinión e intentar aportar. He asistido varias veces a las concentraciones, he leído algunos de sus manifiestos y reivindicaciones, he hablado con alguno de sus impulsores y seguidores, he leído sus pancartas y lo que es más importante he leído las críticas que recibían, intentando así entender a todas las partes implicadas. Después de todo este proceso, he formado una opinión, que una vez más es personal:
Todo y que sus detractores han dado buenos argumentos para trivializar este acontecimiento, estoy convencido que en general el movimiento es positivo. Quejarse cuando las cosas no van bien, es positivo; salir a la calle para intentar subsanar injusticias, se haga más acertadamente o menos, es positivo; hacer un movimiento que asegura y cumple que será pacífico, es positivo; intentar hacer una llamada a la participación ciudadana sin filtros ni restricciones, es positivo; poner en duda el orden establecido, es positivo; incentivar el cambio para mejor, aunque haya cosas que aún no sean posibles, es positivo… por otro lado, existen también puntos negativos, pero no me corresponde a mi ponerlos de manifiesto, todos tenemos la capacidad de criticar, muy pocos tienen la de aportar. He escuchado todo tipo de críticas, algunas de gente a la que yo respeto y de la que he aprendido mucho. Me ha sorprendido que esta gente que tanto podría apoyar, dirigir e instruir a este movimiento se dediquen sólo a sacar sus defectos, que por otro lado son lógicos si se tiene en cuenta la naturaleza del evento y la inexperiencia general de sus integrantes. Está claro que se dicen cosas que hoy día son utópicas, al menos dada la situación actual global, pero debemos reconocernos que si no hay un cambio de la lógica imperante, este conjunto autoproclamado humanidad, se va al retrete, escuchemos pues utopías y mediante adaptaciones convirtámoslas en realidades.
Existe una energía nueva, una fuerza nueva que requiere de guía, apoyo y repercusión, ayudemos! Al menos ahí sentada hay gente dispuesta a hacer cosas diferentes, necesitamos cosas diferentes. Cómo ayudar, pues me veo incapaz de dar una respuesta sin que suene utópica, porque si todos esos que poseen influencia, conocimiento, posición… ayudarán o aportaran, seguro se podría avanzar aprovechando el movimiento provocado por esta nueva ola, pero parece que los influyentes se cansaron demasiado luchando por tener lo que se llama democracia y que sufren ahora pinchazos en su orgullo, cada vez que leen “Democracia ya”, señores, no es el mejor cartel para abanderar este movimiento, eso es verdad, ya tenemos democracia, ¿podría ser mejor?, seguro, pero esto es democracia y entiendo el resentimiento de muchos de los “afectados”, pero lo que creo reclama esta gente es tener más conocimiento de cómo es usado su voto, entender mejor porque se hacen las cosas y poder colaborar en hacerlas mejor, sentirse más representado por los políticos… estas y otras utopías que al final se podrían resumir en poder los ciudadanos ser los principales responsables del camino que tome su país, ciudad o pueblo.
Creo que esta energía debería aprovecharse, que nosotros los jóvenes deberíamos obtener nuestras victorias que nos motivarían a nuevos retos. Estamos delante una sociedad que se está acostumbrando demasiado a la derrota, y el día que nos de igual perder, es el día que dejaremos de luchar, y me refiero a la lucha positiva, a esa que te empuja hacerte mejor persona o que mejora cosas.
Para acabar expondré un utopía más:
El mundo parece apagarse con rapidez, lo dice la macro economía, la ecología, la superpoblación… pero por otro lado, cada vez hay más ONGs, más personas dispuestas a ayudar sin esperar nada a cambio, más gente que se lanza a la calle ante injusticias… creo que todos estos movimientos deberían estar organizados, cómo, ni idea, pero si deberían organizarse, imaginar un organismo que aunara ONGs, movimientos revolucionarios, gente dispuesta a cambiar el mundo a mejor… con una organización y un liderazgo. Serían millones de personas que apoyarían este movimiento y con millones de personas se pueden hacer muchas cosas, se pueden dilapidar muchas leyes, podríamos paralizar muchas guerras, evitar muchas contaminaciones y obtener así una voz común que debiera ser escuchada. Gran parte de este mundo es demócrata y la mayoría de los acontecimientos más injustos surgen de las sociedades demócratas, entonces la democracia al final es el sistema que viene decidido por las masas, pues ese creo que es el principal objetivo, conseguir masas, organizarlas y dirigirlas a objetivos plausibles, para ir avanzando así hacia la mayor de las utopías “Un mundo mejor”.