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jueves, 29 de agosto de 2013

Adiós sociedad


            El “viaje” acaba. Sentado en mi butaca me dispongo a sacar conclusiones sobre las repercusiones que debería tener esta experiencia en el devenir de los próximos años, a diez kilómetros de altura intento elaborar una guía de nuevas y mejores prácticas para especiar mi vida con sentido y destino. Vuelvo a casa, después de un larguísimo tiempo, un tiempo útil pero algo vacuo, gris e incluso dañino; he madurado, pero al modo estándar, ese modo que encaja con lo cánones de esta, mi sociedad y aquí es dónde creo ha residido y reside mi problema. Pertenecía y obedecía a los roles y pautas de esta sociedad, pero siempre me he sentido desubicado, no me identifico con lo que me rodea y siento que, ahora sí, debo salirme, antes no sea demasiado tarde. 
            Me veo harto de vislumbrar en mi propia imagen otra mentira más, otra promesa incumplida, otro recitar sin acción, sin consecuencia. Tanto tiempo siguiendo un juego que casi parece obligado, casi hace que me olvide de mi mismo y mis delirios de juventud, mis ambiciones y auténticas inspiraciones para crear un mejor “yo”, ergo un mejor entorno. Ahora recupera sentido la duda que aparecía hace un par de escritos, la duda sobre el contenido de mis textos, no en tanto una duda en pro de los contenidos sino en la utilización, o mejor dicho, la no utilización de estos. Sin posibilidad de poder culpar a nadie, ni a nada más que a mi mismo, me veo obsesionado ahora con la idea radicalizar un cambio que hasta ahora no ha sido más que una susurrada e insegura promesa.
            Cuando emprendí este viaje lo hice con la intención de atisbar futuros objetivos para esta nueva situación tanto personal como profesional; no tenía idea alguna de en que podía resultar, ni si iba siquiera a resultar en algo pero parece que sí, algo se ha revelado. El cambio personal se concentra en el hecho de volver a mi tierra después de un largo tiempo y con intención de instalarnos, esta vez; ¿el profesional?: una parte ya fue descrita con anterioridad y la otra se conocerá a continuación.
            Con este escrito doy por cerrada una etapa abriendo al mismo tiempo otra, que se podría resumir en estas nuevas normas que he decidido autoimponerme: no realizaré ningún escrito más de opinión; doy por acabada mi carrera profesional, no tengo ningún interés en mejorar ni ganar experiencia en un arte que me produce desidia y una auténtica antipatía; otro compromiso, y este será duro, es despedirme y alejarme de la sociedad, no tanto de manera presencial cómo conceptual y referencial, pero desarrollaré un poco más este punto, que creo que es la base de mi nuevo rumbo, en el parágrafo siguiente; y para terminar, convertirme en un activista de mi pensamiento, se acabó hablar, pensar y recitar; es momento de ensuciarse, sudar y sangrar de ser necesario, por lo que creo y estoy convencido de que de este “sufrimiento” nacerá mi definitiva tregua en entre el mundo y yo o lo que es lo mismo en yo y yo mismo.
            Mi divorcio con la sociedad es esencial para la consecución de este objetivo, es imposible seguir esta senda si continuo apoyándome en las referencias que me envuelven. Nos preocupa más quien hará el próximo Batman que la destrucción de un ecosistema ya lisiado y que es fuente y soporte de todo lo que compone este mundo; en nuestro país se caen la educación, sanidad, estado del bienestar en general, de manos de los mismos que nos están robando en nuestras narices y aparte de las quejas típicas y tópicas en colas de supermercado y butacas de peluquerías, poco más hacemos; las diferencias económicas son más insultantes día a día, el hambre en el mundo no sólo no se redime sino que crece año tras año al igual que la contaminación, el cambio climático, la extinción de especies…; no sabemos ni lo que nos dan de comer y nos comemos todo lo que nos dan. Los responsables de toda esta mierda somos todos y cada uno de nosotros sin excepción, ni los que mandan, ni los ricos, ni las grandes compañías; yo soy responsable, tu lo eres y tu vecino lo es, con nuestro silencio, nuestra crítica sin acción, con nuestro consentimiento. Este mundo no necesita más poetas, cantantes, directores o periodistas, este mundo llora por activistas, personas de acción que antepongan el mundo a si mismos, por eso me despido de mi sociedad y me adentro en lo que se será un mundo con mucho para compartir pero pocos con quien; me es imposible ignorar más mi propia mentira, ya no puedo silenciarme más.
            ¿Qué voy hacer?, pues seguramente muy poco, tan sólo espero que sea lo mejor y más que pueda dar y no será hasta que lo haga que lo exponga, es hora de cambiar el método para conseguir resultados diferentes. Agradezco ya a los que se me van a dar soporte, del mismo modo que excuso a los que no lo van entender. Vamos allá entonces.
            Este será un proceso arduo difícil, me refiero que uno no da un giro de estas características en una semana, mes o un año. Esto no es algo que no vaya a suponer repetir errores pasados, caer en automatismos equivocados, ser absorbido veces por la duda, equivocarse de nuevo a fin de cuentas. Soy consciente de lo que intento hacer, cómo siempre lo he sido. Que me sorprenderé, que hay muchas posibilidades que eligiendo caminar contra una corriente tan potente, quede arrastrado o arrasado por ella, puede… pero garantizo que voy a intentarlo con todo lo que tengo y con todo lo que he obtenido de mis pasadas experiencias, esas son las únicas armas de las que puedo valerme así cómo de la fuerza de mi propio deseo y convicción, y porque no de la esperanza de que la fortuna simpatice con mi nuevo objetivo.
            Antes de acabar, una aclaración: se han acabado los escritos de opinión, en estos incluyo todo lo que se relacione con asuntos externos a mi persona o vida, opiniones políticas, de actualidad, hechos específicos de terceros… pero mi blog continuará siendo un lugar de experimentación narrativa y cavilación personal, por lo que sólo excluyo esos artículos que tengan que ver con análisis de la sociedad o sus integrantes. El motivo es obvio, sólo puedo opinar de lo que conozco y controlo, porque sólo eso puedo cambiar. Soy consciente de cuánto se estrechará mi lista de temas pero es un sacrificio obligado para mantener una concordancia con mis credos.



http://www.youtube.com/watch?v=xNaaQDrUfwc

2 comentarios:

  1. Bueno, me alegra que continúes con tu blog Pau, por lo demás, decirte que está bien cuestionarse cosas, hacer cambios en la vida o cambiar el rumbo,está bien cambiar de ideas o crear nuevas, y lo mejor de todo desde luego, es ser y no parecer, estar presente y vivir el aquí y el ahora...
    Me gusta leer tus entradas es un diario con mucha carga emocional y de este tipo de escritos siempre se aprende algo, o mucho....

    Un abrazo, cuídate

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  2. Bonita canción...Verdades como puños...

    Saludos

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