Seguiré escribiendo

            Sigo decidido a brutalizar mi próximo cambio, convencido de la idoneidad de tiempo y condiciones, seguro de sus consecuencias y necesitado de nuevos retos.

            Gracias a tanto fracaso, le perdí el miedo a la derrota; si entiendes que los obstáculos, errores, fallos, etc. son los responsables del crecimiento y la superación, entonces… bfff, joder que tostón, llega un punto que parece que sólo soy capaz de escribir las mismas obviedades. Cuando busco cómo variar mi estilo, mejorarlo o simplemente hacerlo interesante para el que pueda leerlo, acabo entendiendo que des de la mediocridad sólo la imaginación puede maquillar y es evidente que no dispongo de colorete alguno. Hablar de la sociedad, una perdida de tiempo, ya hay demasiadas opiniones sobre el tema; filosofar, una pretensión fuera de mi alcance, que siempre se me transforma en el texto de cualquier libro de autoayuda barato; descripciones, tampoco entre mis fuertes; narrativa, fuera de mi alcance…

            Escribir me relaja, ordena mis pensamientos, da a luz a ideas que se resistían a salir, me refuerza decisiones e incluso me genera objetivos. Escribir me relaciona en un nivel muy diferente con gente, familia y amigos; no creo que les represente ayuda alguna, pero si un espacio de desconexión que a todos nos beneficia. Escribir es la única cosa creativa que no destrozo, todos anhelamos podernos recrearnos en algún tipo de arte, en un vano intento de imitar a Dios o las madres, siendo participes de la más alta de las propiedades existentes: la creación. Escribir entonces es un vicio del que por el momento no quiero desintoxicarme y no tiene sentido escribir sin pensar que alguien va a perder su tiempo en su lectura, eso me obliga a buscar nuevas salidas y mejorar en forma y contenido, es en este intento cuando más frustraciones siento, suerte que la frustración conduce a la superación.

            El comportamiento humano tiene poco de interesante y mucho de criticable. He evidenciado mi incapacidad por la narrativa. Cabría la posibilidad de empezar un diario e incluso cumpliría los requisitos básicos para el mismo: vida agitada, viajes, experiencias y un carácter algo lunático… pero vosotros buscáis cosas distintas. Si habló de mi yo interno, irremediablemente sueno pretencioso y presuntuoso. Entonces mi opción acaba siendo un mix de todo para disimular tanto defecto, con la insaciante esperanza que algún día, una de esas pruebas me de razones suficientes para mi fidelización con ella en pro de algo mayor que estos periódicos e informales escritos, mientras, prueba y error, causa de la misma evolución.